Nada se compara con la textura inigualable de uno de los más famosos postres italianos hecho con plantillas tipo savoiardi y mascarpone.
Un postre con historia
Este delicioso clásico
italiano fue creado en la Toscana, específicamente en Siena, en ocasión de la
visita del Gran Duque Cósimo de Médici III a esa ciudad. En su honor se llamó
Zuppa del Duca, es decir, la sopa del duque. A él le gustó tanto esta receta
que se la llevó a Florencia y no pasó mucho tiempo antes de que el tiramisú se
convirtiera en el postre favorito de los intelectuales ingleses que vivían en
la ciudad. Ellos prefirieron llamarlo zuppa inglese y con este nombre se lo
llevaron a Inglaterra, donde también fue objeto de innumerables halagos.
Paralelamente creció su popularidad en la corte veneciana; tanto que, incluso
hoy en día, al tiramisú se le conoce como el postre del Véneto.
Las plantillas
Los italianos las llaman
savoiardi, los franceses biscuits à la cuillère y los ingleses lady fingers.
Pero sea cual sea el nombre, las plantillas son muy populares en Europa. Se
caracterizan por ser crujientes y por la ligera capa de azúcar que las recubre.
Postres de todas las nacionalidades tienen a las plantillas como ingrediente
básico: tal es el caso del tiramisú en Italia y las famosas charlottes en Francia.
Al ser secas, son ideales para absorber la humedad y darle la textura cremosa a
los postres.
El mascarpone
Este no es un queso fácil de
encontrar y, aunque nada se compara con su dulzura y suavidad, hay varias
alternativas para sustituirlo cuando en alguna receta se requiere. Para
preparar su sustituto, bate una y media tazas de crema de leche en la batidora
hasta que espese. Incorpora una cucharada de azúcar y añade, poco a poco, tres
cuartos de taza de queso ricota. No batas demasiado para que la crema no pierda
volumen.
Tiramisú
Para 8 personas
Ingredientes:
3 huevos.
3/4 de taza de azúcar.
400 g de queso mascarpone.
18 plantillas.
1 taza de café.
2 cucharadas de brandy.
Cacao en polvo.
Preparación:
En un recipiente no muy
profundo, vierte el brandy y el café y pon a remojar las plantillas. Trata de
que no absorban demasiado café para que no se deshagan. Bate las yemas y el
azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. Añade poco a poco el queso
mascarpone o su sustituto y transfiere esta mezcla a otro recipiente. Lava bien
la batidora y bate las claras a punto de nieve. Con una espátula de goma
incorpora las claras batidas cuidadosamente a la mezcla de yemas y azúcar.
Ahora, con todo a la mano, puedes armar tu tiramisú.
Para armar el tiramisú
Escoge una fuente
suficientemente profunda. Forma una capa de plantillas, dejando el lado mojado
en café hacia arriba. Cúbrela con crema de queso mascarpone. Repite la
operación colocando ahora las plantillas con el lado mojado en café hacia
abajo. Forma capas hasta que hayas utilizado todas las plantillas y la crema.
Espolvorea el cacao en polvo hasta cubrir por completo. Deja reposar el
tiramisú en la nevera por lo menos durante una hora antes de servir.
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