Francisco Rivero Valera // ¡Viva Chávez!
Chávez está haciendo muy bien las cosas, para Colombia. Su política exterior ha contribuido a consolidar la posición económica y social de nuestros vecinos hasta tal punto de que muchos colombianos consideran que Chávez es el presidente de Venezuela más conveniente para los intereses de su país, y le desean larga vida y un mandato interminable. Por ejemplo, atribuyen la pacificación progresiva de Colombia a la afinidad de Chávez con las FARC, al facilitar el drenaje de la presión social interna ocasionada por este grupo subversivo, con la emigración complaciente hacia Venezuela tanto de la guerrilla como de los paramilitares. Adicionalmente ha contribuido a reforzar la proyección política nacional e internacional del presidente Uribe por su hábil respuesta diplomática ante los ataques verbales reiterativos de Chávez, consolidando la imagen internacional de ambos mandatarios similar al de la bella y la bestia; y mayor apoyo internacional a la política exterior de su país e incremento en la seguridad nacional con la instalación de las bases militares. Por otra parte, las medidas de bloqueo económico ordenadas por Chávez contra Colombia también han contribuido a la reevaluación monetaria del peso estimada en 70% sobre el bolívar fuerte; al aumento del poder adquisitivo de los colombianos por abaratamiento de los artículos de primera necesidad a nivel de la frontera debido al incremento significativo de los excedentes; a la globalización de las empresas colombianas con mayor intercambio y márgenes de ganancia comercial; al incremento en la calidad de vida por recuperación del gas y de la electricidad servidos a Venezuela, y otros beneficios. Con razón nuestros hermanos colombianos frecuentemente gritan: ¡viva Chávez!
Los venezolanos, en cambio, estamos pasando por las de Caín. Además de tener inestabilidad económica por estanflacion, la población venezolana está enferma: paranoica por la inseguridad; angustiada por los altos índices de corrupción e inflación; con crisis epilépticas, insomnio e hipertensión arterial por las verborreas de Chávez atiborradas de insultos y amenazas, transmitidas a cada rato en cadena conjunta en todos los medios de comunicación durante horas interminables y ocupando los pocos horarios utilizados por la población en entretenimiento, viendo novelas y juegos de pelota. Es como para volver loco a cualquiera. Sin embargo, lo admirable de los venezolanos es la gran capacidad de aguante: 11 años "arrastrando esta cadena tan fuerte", como dice la canción Cabeza de hacha.
De todas maneras, ante tanta euforia de la población colombiana ocasionada por el impacto paradójico de la política exterior de Chávez hacia su país, me gustaría preguntar a nuestros hermanos colombianos lo siguiente: ¿aceptarían tomar en adopción a Chávez como su presidente? Si la respuesta es afirmativa, le estaremos eternamente agradecidos por ayudarnos a despertar de esta pesadilla. Y si es negativa, lo comprendemos. Y es que la unión entre nuestros 2 países no es política sino histórica, consanguínea, lingüística, económica, geográfica, étnica, religiosa y otras características de matrimonio indisoluble e imposibles de anular por el simple antojo de una sola persona contra el sentimiento de hermandad de 28 millones de venezolanos y de 45 millones de colombianos. Y que ¡viva Chávez! , pero en Colombia.
asi es y falto que en el 2009 colombia tuvo 2 % de inflacion gracias a somos tan soberanos que rompimos las relaciones comerciales el mercado interno colombiano se saturo y los precios bajaron. Conclusion al haber sufiente competencia y productos disminuyen precios por ley natural (capitalismo liberal) aqui entre mas apostamos al socialismo o neoliberalismo mas lejos esta la salida
ResponderEliminarhttp://lisbethprieto.blogspot.com