Con el paso de los años, el hombre ha ido evolucionando, hablamos específicamente de su cuerpo, ya que éste se ha ido adaptando a las necesidades de su entrono. Hace millones de años, el ser humano no contaba con las comodidades que tiene ahora y su forma de vida era muy rustica.
No tenía ropa para abrigarse, pero sí tenía mucho pelo corporal para cubrirse del frío, lluvia, tierra y sol; su alimentación también era muy diferente, pues la comida consistía en platas y animales al natural, es decir, que no eran cocidas, ni tenían ningún otro proceso, es por ello que las garras y mandíbulas jugaban un papel primordial.
Así como estos ejemplos hay muchos, por lo que en la evolución que ha sufrido la especie humana, hay partes del cuerpo que ya son innecesarias, pues las funciones que realizaban, ya no son parte de la vida cotidiana del hombre.
Muelas del juicio.
Su nombre oficial es cordales o terceros molares, y ya no las necesitamos, debido a que nuestros hábitos alimenticios han cambiado por completo. Antes, hace miles de años, el hombre tenía que comer productos más rudimentarios como huesos, carne cruda y hasta ramas y los molares eran perfectos para triturarlos; sin embargo, actualmente, la tecnología hace posible que los alimentos se guisen y por tanto son más suaves.
Según estudios odontológicos, sólo el 5 por ciento de la población mundial, cuenta con muelas del juicio sanas; por lo que actualmente son, literalmente, un dolor de cabeza.
Amígdalas.
Forman parte del Sistema Linfático y ayudan a combatir infecciones pero, para algunos niños, también puede ser una fuente de problemas. Se puede sufrir de amigdalitis a cualquier edad, pero este trastorno es extraordinariamente frecuente durante la infancia, en especial entre los 3 y los 6 años.
Dolor al tragar, fiebre, decaimiento, falta de apetitos son algunos de los síntomas de una infección que, además de un gran malestar, siempre conlleva pérdida de días de colegio. Algunos pequeños sufren estos trastornos tan a menudo y con tanta virulencia que los médicos optan por extirpar las amígdalas para evitar complicaciones.
• Cumplen una importante labor defensiva
Hace unos años, otorrinolaringólogos e inmunólogos eran partidarios de practicar una amigdalotomía (extirpación de amígdalas) apenas un chico era tratado de varias infecciones en un corto periodo.
Ahora se sabe que las amígdalas desempeñan un papel muy importante en la lucha contra las infecciones, especialmente en los primeros tres años de vida, y el criterio de los especialistas respecto a la cirugía a cambiado totalmente.
• Cuando es imprescindible operar
Es cierto que puede haber inflamación de las amígdalas sin fiebre, pero no es lo más habitual en los más pequeños. En este caso se trata de la respuesta de las amígdalas contra una agresión, como por ejemplo el frío, y no es preciso someter al niño a tratamiento. Una de las indicaciones de cirugía es el aumento espectacular de las amígdalas, que dificulta la deglución e incluso la respiración. Los médicos afirman que, ahora que las infecciones se controlan y curan muy bien, el número de chicos que sufren un aumento de tamaño espectacular de las amígdalas se incrementa.
Este cuadro puede ocasionar un síndrome de apnea obstructiva del sueño (S.A.O.S.). El trastorno suele alarmar a los padres, por que el pequeño afectado se despierta con dificultad para respirar, ronca o adopta una postura extraña en la cama para facilitar la entrada de aire en las vías respiratorias.
También se opta por operar cuando el chico padece más de 5 amigdalitis al año, siempre que haya tenido abscesos periamigdalinos, y cuando la inflamación se hace crónica, el pequeño tiene dolores casi permanentes y los ganglios están muy abultados.
• Una operación con escaso riesgo
En las horas siguientes a la extirpación de amígdalas, existe cierto riesgo de hemorragia, accidente que se produce en raras ocasiones y que, al estar el niño hospitalizado, se trata en cuestión de minutos. Durante 3 o 4 días después de la cirugía, es normal que el pequeño sienta dolor al tragar y en los oídos e, incluso, que tenga algo de fiebre. Pasado este tiempo, desaparecen las molestias.
Apéndice.
Es un órgano hueco pequeño adherido al intestino grueso, ubicado en la parte inferior derecha del abdomen; así lo explica en pedisurg.com. Este órgano actualmente causa más problemas que beneficios a los humanos, ya que su función primordial, hace miles de años, era el de digerir la celulosa de los vegetales que consumía el hombre, ya que su dieta se basaba en proteínas vegetales. Pero actualmente el guitar este músculo del cuerpo, no afecta en la salud, por lo que es mejor retirarlo, antes de padecer una infección: apendicitis.
Músculos erectores del pelo.
Su función consiste en contraerse para que los vellos en nuestra piel se pongan derechos cuando tenemos frío o sentimos miedo, la famosa “piel de gallina”. En tiempos pasados estos músculos cumplían con erizar el pelaje para aparentar mayor tamaño corporal y para darle mayor protección al cuerpo del frío, del sol, de la lluvia, etc. Sin embargo, actualmente el ser humano no necesita de estas funciones, además de que ya casi no contamos con bellos en la piel.
Coxis.
Cuando el ser humano andaba en cuatro puntos, este conjunto de vértebras le servían para comunicarse, como actualmente lo hacen los perros, gatos, chimpancés y otros animales. Pero hoy en día, que el humano camina erecto, el coxis es completamente innecesario.
Es un vestigio de la cola que los embriones humanos poseemos hasta comienzos de la octava semana de gestación, pero que ya no crece más.
Músculo palmar.
Este músculo que va desde el codo hasta la muñeca, ya comienza a desaparecer, pues está registrado que el 11 por ciento de los humanos modernos ya no cuentan con él. Este también era utilizado cuando, en la rutina diaria del hombre, tenía que escalar por necesidad.
Costillas del cuello.
Este hueso, ya casi está extinto, pues sólo el 1 por ciento de la población mundial cuanta con él. Las costillas del cuello es un conjunto de costillas cervicales, posiblemente restos de la era de los reptiles.
Punto de Darwin (o tubérculo).
¿Has notado que ciertas personas cuentan con un pequeño pedazo de piel extra en las orejas? Podría tratarse de un remanente de una formación más grande que ayudaba a los antiguos seres humanos a escuchar los sonidos más distantes.
Decimotercera costilla.
Algunas personas piensan en quitarse costillas para tener un cuerpo más delineado, sin embargo, nuestros parientes más cercanos, los chimpancés y gorilas, cuentan con un juego extra de costillas; pero no solamente ellos, sino que el 8 por ciento de los adultos también cuentan con 14.
Músculo subclavio.
Este músculo, situado bajo el hombro, que va desde la primera costilla hasta la clavícula, era indispensable cuando el hombre se trasladaba en cuatro patas, pero ahora que camina erguido, el músculo subclavio, está de más.
¿Qué parte de tu cuerpo piensas que es innecesaria?
LAS PARTES MAS SUCIAS DEL CUERPO HUMANO
La cabeza y las axilas son parte de esta lista. Conoce qué otras zonas tienen millones de microbios.
¿Qué partes del cuerpo humano crees que son las más sucias? ¿Las manos? ¿Los pies? ¿La nariz? Si pensaste en alguna de estas, lamentamos decirte que no lo son.
Aunque no parezca, las partes más sucias del cuerpo humano son: la cabeza, la boca, el conducto intestinal y las axilas.
A continuación informo por qué estas partes de los seres humanos son las más sucias que puedan existir y cómo cuidarlas.
La boca.
¿Por qué la boca sería una de las partes más sucias de nuestro cuerpo? Tal vez porque es por ahí donde ingresan todos los alimentos que llegan a nuestro estómago. Pero no sólo es eso, sino que por cada centímetro cuadrado de la boca existen más de 100 millones de microbios. Los cuales, pueden llegar a producir el mal aliento.
Estos, generalmente se encuentran en la lengua y entre los dientes, por eso se recomienda lavar tres veces al día la boca completa (no sólo los dientes), limpiando la lengua y los espacios en medio de los dientes con el uso de hilo dental.
Axilas.
La higiene de las axilas se ha vuelto tan común al usar desodorante que puede pasar desapercibida. Pero, hay que tener especial cuidado con esta parte del cuerpo, porque en ellas se esconden millones de bacterias (entre mil y 10 mil millones por cada centímetro cuadrado) y que causan un desagradable olor.
Y, a diferencia de lo que muchos creen, el sudor no es lo que desata el mal olor, sino la combinación de éste con las bacterias y el vello que atrapa ese hedor.
Para evitar que hagan de las suyas, utiliza preferentemente ropa no sintética y mantén esas partes libres de vello, para que tu desodorante haga más efecto.
El conducto intestinal.
¿Cuántas bacterias te imaginas que viven en el canal intestinal? ¿Miles? ¿Millones? Pues resulta que hay más de 400 especies que viven en esa parte de nuestro cuerpo. Muchas de ellas son buenas, porque nos ayudan con la digestión, pero hay algunas otras que pueden causar enfermedades, produciendo vómito, diarrea, náuseas y hasta pérdida de peso.
Así que para mantener una buena salud gastrointestinal, se recomienda tomar productos como el yogurt, que ayuda a que las bacterias buenas sean las que tengan el control de nuestros intestinos.
La cabeza.
La parte de la cabeza que puede ser impresionantemente sucia es el cuero cabelludo. El cuero cabelludo con costras, es decir, con caspa. Así es, si una persona padece caspa, quiere decir que por cada centímetro cuadrado de su piel tiene cerca de un millón de microbios. En su mayoría son “demodex folliculorum”, ácaros que viven en “grandes familias”, que se incrustan en los folículos pilosos, viviendo de la piel muerta y algunas secreciones.
Para nunca preocuparte por la caspa, es elemental que mantengas una buena higiene con tu cabello, lavándolo, de preferencia, a diario. También puedes cepillarte dos veces al día.
En definitiva ES NUESTRO CUERPO! hay que cuidarnos en salud, alimentación e higiene.
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