Hijo de Juan Pablo Pérez Betancourt y de Carmen Alfonzo de la Torre. Cursó sus primeros estudios en el colegio de los padres franceses de Caracas. En 1921, obtiene el grado de bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas, en el Liceo "San José" de Los Teques. En 1922, viaja a Baltimore (Estados Unidos) para estudiar medicina en la Universidad John Hopkins; pero en 1923 debe regresar a Caracas sin haber podido iniciar sus estudios debido a las dificultades económicas que experimentaba su familia. Algún tiempo después, decide cursar estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, consiguiendo además un puesto como auxiliar en el bufete de Carlos Sequera, uno de los mejores de Caracas para ese entonces. Obtuvo el título de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Central, en 1931, para lo cual presentó una tesis titulada: "La legítima defensa de los derechos patrimoniales". Ejerció la profesión de abogado durante varios años, especializándose en Derecho Civil.
En 1936, luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, comienza su actividad política, vinculándose al Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), cuyos estatutos redactó y posteriormente, al Partido Democrático Nacional (PDN), donde fue estableciendo una estrecha amistad con Rómulo Betancourt. En 1941, fue uno de los miembros fundadores de Acción Democrática (AD). Para 1945 fue designado Vicepresidente de dicho partido. Aunque no participó en el movimiento que derrocó al gobierno de Isaías Medina Angarita (18.10.1945), fue invitado a colaborar en el régimen que lo sustituyó, como secretario de la Junta Revolucionaria, redactando el acta constitutiva del gobierno provisorio presidido por Rómulo Betancourt.
El 20 de octubre de 1945, fue nombrado Ministro de Fomento del nuevo gobierno, cargo que ejerció hasta febrero de 1948, cuando asumió la Presidencia de la República Rómulo Gallegos, quien lo ratificó en ese puesto. En su carácter de Ministro de Fomento, a cuyo despacho correspondía entonces todo lo relacionado con Minas e Hidrocarburos, estableció las bases de la política denominada de "No más concesiones petroleras" y fue autor principal de la reforma legal, adoptada el 12 de noviembre de 1948, mediante la cual se estableció la fórmula conocida mundialmente como el fifty-fifty (50-50), de reparto del excedente petrolero entre el fisco nacional y las compañías concesionarias extranjeras. A la caída del gobierno de Rómulo Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, fue apresado, pasando siete meses en la cárcel de Propatria (Caracas) y posteriormente expulsado del país. Vivió con su familia en los Estados Unidos y México, hasta la caída de Marcos Pérez Jiménez en 1958.
Al asumir la Presidencia de la República, Rómulo Betancourt, en 1959, lo nombró Ministro de Minas e Hidrocarburos, cargo que ejerció hasta 1963. Encabezó la delegación venezolana al I Congreso Petrolero Árabe celebrado en El Cairo (abril 1959) en el que se gestó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Pérez Alfonzo consideraba la regulación de la producción como la mejor forma de controlar los precios del petróleo. En este sentido, sugirió en El Cairo la creación de un órgano de consulta de los países exportadores de petróleo, la Comisión Coordinadora para la Conservación y el Comercio de los Hidrocarburos, que fue el antecedente inmediato de la OPEP, en cuya iniciativa lo acompañó el jeque Abdullah El Tariki, para entonces ministro de Petróleo de Arabia Saudita. En colaboración con El Tariki, Pérez Alfonzo, formuló, en mayo de 1960, las bases del "Compacto Petrolero" que luego sería la OPEP, la cual se constituyó el 14 de septiembre de ese mismo año, en Bagdad, con 5 países miembros fundadores: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait y Venezuela, cuyo conjunto aportaba el 88% de la exportación mundial de petróleo para ese año. Por ello, Juan Pablo Pérez Alfonzo ha sido considerado como el "Padre de la OPEP".
El profeta olvidado.
Algunos analistas coinciden en señalar su importante contribución acerca de la Conservación del Recurso (explicada en la programación de políticas de explotación petrolera, las cuales plasmó en su famoso libro Pentágono Petrolero que no era más que una propuesta para la defensa y conservación del petróleo, de referencia mundial). Hay coincidencia acerca de que Pérez Alfonzo estaba adelantado a su época, por su visión sobre la industria petrolera, el tema ambiental (uso racional) y la defensa de los derechos de nuestro país.
Al igual que Adriani y Uslar, Pérez Alfonzo era temeroso de la riqueza petrolera y del uso que los venezolanos pudieran darle (le daba terror la corrupción, y el acostumbrarse del pueblo venezolano a la riqueza fácil), además que coincide con ellos al señalar que la renta petrolera debía utilizarse para la formación de capital (inversión) y no para el consumo. Decía que el no desarrollar el sector no petrolero de la economía daría lugar a una descapitalización del país. Por cierto si famosa fue la frase de Uslar de "sembrar el petróleo", no menos lo fue la de Pérez Alfonzo "hundiéndonos en el excremento del diablo" (diciendo que habíamos despilfarrado los ingresos del petróleo), la cual dio pie al libro. Pérez Alfonzo llamó al fracaso venezolano de la utilización de la renta petrolera "la imposible siembra" y la carrera perdida del petróleo", criticando fuertemente el desborde de la capacidad de absorción del aparato económico nacional por la aplicación inconsciente y sin ningún tipo de planificación de los recursos petroleros y al mismo tiempo la dañina dependencia de la economía venezolana de los ingresos petroleros, transformándose en una economía "importadora".
Hablaba de una especie de "sobre digestión" de ingresos que nuestra economía no era capaz de absorber y que por lo tanto estaba creando problemas en Venezuela, problemas que los políticos de la época no estaban muy interesados de resolver. Por otra parte escribió un libro llamado Peligros del Petróleo, efecto Venezuela donde describe el impacto del mal uso del petróleo en Venezuela de la siguiente forma: concentración económica, aumento en la mala distribución del ingreso en la población, dependencia de la producción petrolera, abandono de la agricultura y otros sectores económicos y elevada dependencia de las importaciones (nuestra actualidad).
El Profeta Olvidado (como también era llamado) en cierta ocasión comentó "Yo no tengo interés de ser Presidente de Venezuela, sino cuando los venezolanos sean suecos, no porque tengan sangre sueca o sean catires, sino cuando tengamos las posibilidades de razonar qué tienen los suecos. Uno de los principales problemas que tienen los países atrasados es su escasa facultad para razonar, no tienden a razonar sino a emocionarse y creen que la emoción es lo cierto y se dejan llevar por ella en sus actuaciones".
Durante sus últimos años de vida, desde su casa en Los Chorros, se dedicó al estudio de problemas que consideraba más importantes que el petróleo, tales como la educación y salud de los niños, el crecimiento demográfico en los países subdesarrollados, la corrupción de valores causada por el exceso de divisas petroleras en el país, etc. Nunca pudo dejar de preocuparse por los problemas del país, lo que finalmente le causó la muerte a los 76 años de edad, debido a un cáncer del pancreas, en la ciudad de Washington D.C., Estados Unidos, el 3 de septiembre de 1979.
Indudablemente Adriani, Uslar y Pérez Alfonzo tuvieron legados muy importantes para nuestro país, sin embargo y sin temor a ser exagerado, la huella de Pérez Alfonzo en la industria petrolera, tanto nacional como internacional es difícil de emular. Su conocimiento sobre la materia, sus aportes y su personalidad lo convierten sin lugar a dudas en uno de los venezolanos más importantes de nuestra historia.
Aquí expongo una entrevista Edición Especial del programa "Enfoque Petrolero", teniendo como invitado al analista petrolero Prof. Mazhar Al-Shereidah, quien compartió experiencias con Pérez Alfonzo, grabado en Venezolana de Televisión en septiembre 2005.
Me hubiera gustado ver los videos no aparece ninguno, donde se pueden ver?
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