Rosa Pastel




Si yo quería ser esa mujer
la madre de tus hijos
y juntos caminar hacia el altar
directo hacia la muerte
y al final ni hablar
los dos nos destruimos
y al final que tal
tu y yo ya no existimos

No, No quiero ser esa mujer
ella se fue a un abismo
y tu
no eres aquel que prometió
seria mi súper héroe, y que
todo acabo, no queda mas
seremos dos extraños, yo
te olvidare, me olvidaras
hasta nunca.

Y donde quedo , ese botón
que lleva a la felicidad
luna de miel, rosa pastel
clichés y tonterías
y al final ni hablar
los dos nos destruimos
y al final que tal
tu y yo ya no existimos

No, No quiero ser esa mujer
ella se fue a un abismo
y tu
no eres aquel que prometió
seria mi súper héroe, y que
todo acabo, no queda mas
seremos dos extraños, yo
te olvidare, me olvidaras
hasta nunca.
Ta..ta..ta

La Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en Venezuela


La Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia contempla, entre otras cosas, la protección a la dignidad e integridad física, psicológica, sexual y jurídica de las mujeres objeto de violencia, en los ámbitos públicos y privados, así mismo a recibir plena información y asesoramiento adecuado a su situación personal, a través de los servicios, organismos u oficinas que puedan disponer las administraciones públicas, central, estatal y municipal en Venezuela.



A finales de los años 70 comienza a salir a la luz pública la violencia doméstica como un problema de impacto social. En la década de los 90 se retoma como un objeto de estudio, principalmente bajo el impulso del Decenio de Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985), que contribuyó poderosamente a sacar a la luz este problema. Posteriormente, surgen otras iniciativas internacionales, como la Convención sobre Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer de 18 de diciembre de 1979, documento jurídico de mayor autoridad en relación con los derechos humanos de las mujeres. Asimismo, la Declaración de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer, proclamada en 1993; las Resoluciones de la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres, celebrada en Pekín en 1995, donde se obtuvo el reconocimiento de que cualquier forma de violencia que se ejerza contra las mujeres constituye una violación de sus derechos humanos. 

De igual manera, se desarrollaron iniciativas como la del Parlamento Europeo que en el año 1997 promovió la Campaña de Tolerancia Cero frente a la violencia contra las mujeres. En Latinoamérica, durante estos últimos años también se ha legislado en la materia. Bolivia, Colombia, Perú, México (1998); Nicaragua (1996); Panamá (1995); Paraguay, Las Bahamas y República Dominicana (1997), han aprobado leyes o artículos de reforma a sus respectivos códigos penales para sancionar la violencia contra la mujer.


En Venezuela, los movimientos de mujeres, con su accionar sistemático y permanente en el tiempo, han obtenido logros importantes en el reconocimiento de sus derechos. Sin embargo, es en el año 1999, con la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuando se obtiene el mayor logro que marca un hito en la historia de luchas de las mujeres en nuestro país, al visibilizar a las mujeres e incluir la perspectiva de género en la Carta Magna. Sin embargo, ello no es suficiente, y se inician procesos de reforma y elaboración de las leyes necesarias para hacer real y efectivo ese reconocimiento de los derechos de las mujeres, contenidos en nuestra Constitución. La Asamblea Nacional, a través de la Comisión Permanente de Familia, Mujer y Juventud, se abocó a dar respuesta legislativa a las carencias de la Ley Sobre la Violencia Contra la Mujer y la Familia, aprobada en el año 1998, la cual fue un paso importante en la lucha de las venezolanas por sus reivindicaciones. 

Pero la complejidad del fenómeno social que se intentó abordar con el instrumento legal superó en la práctica sus alcances, y los contenidos de la norma no encajaban dentro del marco institucional de un Estado democrático y social de derecho y de justicia, que promueve como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación: la vida, la justicia, la libertad y la igualdad, contemplados en la Carta Magna del 1999. Ya para el 19 de marzo de 2007, entra en vigencia la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, derogando la Ley Contra la Violencia Hacia la Mujer y la Familia.


Con esta nueva ley de carácter orgánico, se va remontando la pesada cuesta de reconocimiento de la violencia contra la mujer como delito. Para la mujer, denunciar un hecho de violencia y contarle a un extraño su vida, es una decisión difícil de tomar, hay que hacer a un lado los prejuicios sociales, religiosos, culturales y enfrentar el problema. Hay que poner límites y decir basta. No más golpes, no más violaciones, no más violencia, se deben plantear nuevos métodos de educación, convivir hombres y mujeres, pacíficamente, como iguales, pero diferentes a la vez. Para ello, se requiere crear conciencia ciudadana, ya que no existen estudios completos (ni nacional ni internacionalmente) sobre la violencia hacia las mujeres. Se tienen cifras, pero son mínimas para lo grave del problema. 

La Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia contempla, entre otras cosas, la protección a la dignidad e integridad física, psicológica, sexual y jurídica de las mujeres objeto de violencia, en los ámbitos públicos y privados; así mismo, a recibir plena información y asesoramiento adecuado a su situación personal a través de los servicios, organismos u oficinas que puedan disponer la Administración Pública (central, estatal y municipal). Las mujeres deben tomar como suya esta bandera de lucha, ya que existen números casos que no son denunciados, se evidencian estereotipos como “es mi marido, lo tengo que aguantar”, “fue lo mismo que yo viví con mi madre”, “es que no tengo dinero ni a dónde ir”, “yo lo provoqué”, o como aquello que se dice entre broma y verdad: “si no me pega es que ya no me quiere”, o “te pego porque te quiero”. Cuando se tiene este tipo de conceptos resulta muy compleja y difícil la aplicabilidad de las sanciones previstas en esta norma jurídica. Es por ello que las mujeres que son objeto de violencia deben saber que en esta normativa se establecen servicios sociales de atención, emergencia, protección, apoyo, acogida y recuperación integral. En cada estado y municipio se crearán dichos servicios con cargo al presupuesto anual. 

Y estos servicios actuarán coordinadamente y en colaboración con los órganos de seguridad ciudadana, los jueces y las juezas, los fiscales y las fiscales, los servicios sanitarios y la defensoría de los derechos de las mujeres. También tendrán derecho a la asistencia social integral a través de estos servicios sociales, los niños, niñas y adolescentes que se encuentren bajo la potestad parental o responsabilidad de crianza de la mujer objeto de violencia.


En el capítulo VI de la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, referente a Los Delitos, encontramos una cantidad de artículos según la agresión que pudiera sufrir una mujer, tenemos el Art. 39 que trata la Violencia psicológica, Art. 40 Acoso y hostigamiento, Art. 41 Amenaza, Art. 42 Violencia física, Art. 43 Violencia Sexual, Art. 44 Acto carnal con victima especialmente vulnerable, Art. 45 Actos lascivos, Art. 46 Prostitución forzada, Art. 47 Esclavitud sexual, Art. 48 Acoso sexual, Art. 49 Violencia laboral, Art. 50 Violencia patrimonial y económica, Art. 51 Violencia obstetricia, Art. 52 Esterilización forzada, Art. 53 Ofensa pública por razones de género, Art. 54 Violencia institucional, Art. 55 Tráfico ilícito de mujeres, niñas y adolecente, Art. 56 Trata de mujeres, niñas y adolecentes, Art. 57 Obligación de aviso, Art. 58 Obligación de tramitar debidamente la denuncia, Art. 59 Obligación de implementar correctivos y Art. 60 Reincidencia.

Aquí toda mujer Venezolana puede ver qué caso le estaría pasando o alguien que conozca, para así acudir ante las autoridades pertinentes, colocar la denuncia y llegar al fin que persigue esta Ley, que es de respetar los derechos como ciudadana y ser humano. Esta Ley es de carácter sustantiva y adjetiva, porque advierte, pero a la vez da sanciones, como vemos en el Capítulo VII en los artículos: Art. 61 Indemnización, Art. 62 Reparación y Art. 63 indemnización por acoso sexual. 

El Estado está obligado a brindar protección frente a situaciones que constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad de las mujeres, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes, mediante el establecimiento de condiciones jurídicas y administrativas, así como la adopción de medidas positivas a favor de estas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva.

¿Quiénes pueden denunciar?

• Mujer agredida.
• Los parientes consanguíneos o afines.
• El personal de la salud de las instituciones públicas y privadas.
• Las defensorías de los derechos de la mujer a nivel nacional, metropolitano, estadal o municipal.
• Los consejos comunales y otras organizaciones sociales.
• Las organizaciones defensoras de los derechos de la mujer.
• Cualquier otra persona o institución que tuviere conocimiento de los hechos punible previstos en la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

¿A dónde acudir para denunciar?

• Ministerio Público.
• Prefecturas y jefaturas civiles
• División de protección en materia de niño, niña, adolecente, mujer y familia del cuerpo de investigaciones con competencia en violencia de género.
• Órganos de policía.
• Unidades de comando fronterizos.
• Cualquier otro que se le atribuya esta competencia.

Manuel Antonio Carreño "Manual de Urbanidad y Buenas Maneras"


"¿Sabía usted que es de pésimo gusto caminar por la calle con las manos metidas en los bolsillos?, ¿o que es asqueroso taparse la nariz con la mano al estornudar?, ¿o que no hay nada más repugnante que esa sombra en la cara de los hombres que da la barba renaciente?, ¿o que la cama matrimonial expuesta a las miradas de los visitantes es signo inequívoco de vulgaridad?"

El manual de Carreño, o Manual de urbanidad y buenas costumbres, cuyo título completo es "Manual de urbanidad y buenas maneras para uso de la juventud de ambos sexos en el cual se encuentran las principales reglas de civilidad y etiqueta que deben observarse en las diversas situaciones sociales, precedido de un breve tratado sobre los deberes morales del hombre", es un texto clásico en Latinoamérica sobre etiqueta y buenas maneras escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño, por entregas en 1853.

Ciertas situaciones ya han cambiado, puesto que algunas normas de urbanidad están siendo consideradas como obsoletas, y se están creando, en virtud a nuevos usos y actos, modernos manuales. Así, Carreño se considera como el impulsor de lo que nosotros consideraríamos como protocolo y etiqueta. Vale la pena señalar que el libro de Carreño fue escrito cuando nadie imaginaba que el internet, la globalización, la liberación femenina, el estrés y la pérdida de la galantería llegarían a modificar las pautas de la humanidad.

Carreño se distinguió por ser un caballero estricto; jamás hubiera concebido a las damas, como él las llamaba, ir a misa en minifalda, o a los caballeros en bermudas o playeras. Las reglas que él minuciosa y delicadamente incluyó en su célebre Manual ya no tienen vigencia. La vida le ha ido entregando grandes libertades al ser humano. En nuestros días, es casi imposible encontrar hombres "que permanezcan dentro de sus viviendas siempre impecablemente vestidos, con la corbata puesta y los pies debidamente calzados", o mujeres que consideren pecaminoso visitar a sus amigos solteros. El llegaba al extremo de considerar indispensable, por ejemplo, "asear el cuerpo antes de entrar en la cama, no sólo por satisfacción sino por estar prevenido y bien presentable en todo caso de que ocurriera un accidente durante la noche". 

Por supuesto, a la dictadura de este hombre no se libraron las relaciones personales ni la coquetería. A partir del siglo XIX, uno de los aspectos sociales que más ha cambiado es la forma de relacionarse con el sexo opuesto. En tiempos de Carreño, "para que un hombre pueda bailar con una mujer en una fiesta, debe haber sido presentado previamente a la dama por un familiar de ella o por un amigo en común".

Por otro lado, los tiempos modernos y la comunicación electrónica han ido forjando también sus patrones de interacción; y es así como en internet existe lo que se denomina etiqueta, una guía que esboza la manera de proceder en la red en donde, por ejemplo, escribir todo en mayúsculas se traduce como un "gritar" al interlocutor. Hay además comportamientos no reglamentados pero que la lógica del trato social actual señala, como el mantener apagado el celular durante una conferencia o un concierto. Manuel Antonio Carreño (1812-1874), político y escritor, padre de Teresa Carreño y hermano de Simón Rodríguez, recogió en su manual las formas más elementales y las reglas sobre los buenos modales para relacionarse en sociedad.

Manual de Urbanidad de Carreño.

El libro comienza con tres capítulos introductorios, "Deberes morales del hombre", en donde desarrolla esas obligaciones para con Dios, para con la sociedad, para con nuestros padres, para con la Patria, para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos, puesto que "el hecho de formar parte del género humano ya nos compromete a esos deberes".
Luego de repasar algunos principios generales, se extiende en normas del aseo, sobre el modo de conducirnos dentro de la casa, en diferentes lugares fuera de ella y en sociedad, para finalmente pasearse por las diferentes aplicaciones de la urbanidad. Esta obra fue, durante mucho tiempo, declarada en diversos países hispanoamericanos libro de texto para las escuelas públicas. La urbanidad, dice la introducción a este manual, es virtud o manifestación de virtud: reflejo exterior de realidades interiores, la intención de integrarse positivamente en la vida ciudadana convertida en hechos.

Hábitos que son de mal gusto

• Chuparse o morderse un mechón de pelo.

• Morderse las uñas o cutículas.

• Sentarse con las piernas separadas o con las piernas cruzadas o torcidas de una manera poco convencional.

• Masticar chicle mientras habla o con la boca abierta.

• Fumar en la calle o hacerlo sin haber pedido permiso a los presentes, especialmente a sabiendas de que el olor a cigarro puede ofender o incomodar a alguien.

• Tener un cigarrillo en los labios mientras habla.

• Hacer que los demás se sientan culpables o incómodos mientras come algún delicioso postre solamente porque usted debe abstenerse debido a alguna dieta.

• Rascarse o pellizcarse la cara.

• Cometer la indiscreción de hacerle alguna pregunta íntima a alguien en voz alta: ¿Es eso una peluca?

• Usar un cepillo o peine sucios.

• Aplicarse maquillaje o peinarse en la mesa de comer.

• Usar rulos en el cabello en público.

• Llevar esmalte de uñas descascarado, uñas partidas o maltratadas o, peor aún, sucias.

• Una línea demasiado dramática y notable que delimite claramente dónde termina el maquillaje y dónde comienza el color natural de la piel.

• Hablar demasiado o en detalle de excentricidades personales: operaciones, enfermedades, neurosis, alergias, accidentes, etc.

• Comer ruidosamente haciendo gestos exagerados.

• Introducir pedazos de comida demasiado grandes a la boca.



"El ser caballero es una de las mejores cosas que puede llegar a hacer un ser humano. Las buenas maneras contribuyen al éxito", en artículos de principios de los años 40 se resaltaba la importancia de orientar a los jóvenes acerca de la manera de comportarse ante una dama, frente a otras personas o incluso en la mesa. Una de las notas decía: "El muchacho que puede entrar en un cuarto sin caerse, que tiene seguridad en su comportamiento sin llegar a la exageración, que se levanta cuando alguna señora entra a la pieza en que se está, que viste apropiadamente, es un joven valioso. No basta con ir limpio y pulcro, hay que buscar además que las ropas sean apropiadas. No es posible pensar que un muchacho que es demasiado flojo para limpiar sus zapatos, cepillar su traje o cortarse el pelo tenga energías para dedicar al trabajo. La gente juzga siempre por las apariencias, así pues, mi querido joven, preocúpese porque su apariencia sea agradable", se aconseja en un párrafo. El texto también hace referencia a la forma en que se debían llevar las relaciones con los amigos y los amores. "Aprenda a comportarse con la gente y a ganarse amigos, de ahí dependerá no solamente su felicidad sino su éxito en la vida y la gente lo ayudarán con gusto, cuando en otra forma, no lo ayudarían ni por obligación. Una persona agradable es bien recibida en todas partes”. Para ganarse a los amigos hay que ser amable. Nadie va a correr detrás de usted; usted mismo tiene que esforzarse por atraer a la gente: para recibir algo hay que aprender a dar. "Hay que aprender también a adaptarse a los demás; es necesario ser un buen perdedor y un modesto ganador."

Estos temas, que se difundían para el conocimiento público, tenían sus antecedentes: Las reglas de urbanidad se crearon hace poco más de dos siglos para facilitar las relaciones entre los miembros de las clases altas y, sobre todo, para marcar distancias con otros estratos. Las mujeres no debían mostrar el tobillo; los hombres debían besar la mano de las damas y quitarse el sombrero al entrar en un recinto. Todos debían saber elegir entre una gran cantidad de cubiertos y copas al sentarse a la mesa. Si ellas tiraban su pañuelo, el cual siempre debía llevar sus iniciales, era un símbolo de coquetería ante él, quien debía recogerlo como parte de un fortuito encuentro romántico. Estas costumbres y muchas otras, debían seguirse al pie de la letra según lo indicaba un famoso manual que en nuestros días ya ha perdido vigencia.

Otras reglas de Carreño a seguir.

• Jamás empleemos los dedos para limpiarnos los ojos, los oídos, los dientes ni la nariz. La persona que hace esto, excita un asco invencible.

• No olvidemos asearnos con un pañuelo ambos lagrimales, pues pocas cosas hay tan repugnantes a la vista como el humor que en ellos se deposita pasado cierto número de horas.

• Cuidemos de no recostar nuestra cabeza en el respaldo de los asientos, para preservarlos de la grasa del pelo.

• Las mujeres deben procurar no estar desaliñadas dentro de su casa, aunque realicen labores domésticas.

• Es un acto vulgar y grosero nombrar a una persona, al solicitarla en su casa, sin anteponer la palabra señor o señora.

• En una mesa donde hay diferentes tipos de cubiertos, se debe empezar tomando el primero de afuera para dentro.

Concluyendo opino que siento que en esencia no veo que este manual sea obsoleto en estos tiempos, más bien pienso que estas sugerencias en animo estricto que daba Carreño, nos brindarían valores especiales como seres humanos, en el convivir, el ser considerado con el prójimo y hasta uno mismo, el aseo que es muy vital porque esto nos brinda personalidad y buen desenvolvimiento entre amistades y en la sociedad. Esto lo percibo como una especie de leyes consuetudinarias invalorables, claro algunas de tantas que se podrían adaptar a estos tiempos.

Amigo lector te invito a que consigas o bajes en la web, este manual completo y le saques provecho en lo que veas convincente añadir a tu vivir.

Pasta a la Carbonara



Ingredientes

- 400g de pasta
- 150g de tocinetas picadas en pequeños trozos
- 50g de cebolla picada
- 225g de maíz dulce
- 300ml de crema de leche o nata
- 1 Huevo
- Queso tipo Parmesano rayado
- Orégano molido y pimienta negra al gusto

Preparación

• Comienza preparando la pasta: 10 minutos en agua hirviendo con un poco de sal.

• Se corta la tocineta en piezas pequeñas, se fríe en mantequilla a fuego lento hasta un poco antes de que queden crujientes y suelten toda su grasa. Se retira la tocineta de la olla y se reserva.

• En la olla donde quedo la grasa, se agrega la cebolla picadita, se saltea hasta que estén dorados, luego la crema de leche, se agrega pimienta al gusto, el queso parmesano y el orégano, se revuelve bien para que el queso se derrita. Añade el huevo, remueve (estar pendiente no cuaje la yema) hasta obtener una mezcla cremosa.
Hay que resaltar que el queso parmesano es demasiado salado y por esto no recomiendo verter sal, porque quedaría extremadamente salado.

• Finalmente se agrega la tocineta y el maíz, se mezcla y se cocina por unos minutos para que todos los sabores terminen de combinarse.

• Escurre la pasta, puedes agregarle mantequilla si lo deseas.

• Sirve una porción por plato y vierte la salsa por encima, adorna con una ramita de perejil y estará listo el plato.

Manos al Aire




Tú, que pierdes el control
hablando en alta voz
Hieres mi corazón
Yo, tratando de escuchar
No me puedo explicar
Qué extraña sensación.

Tú no me quieres entender
Y me mandas a callar diciéndome
No me debo sorprender
Porque así es la realidad
De nuestro amor

[Coro]
Y yo
No tengo armas para enfrentarte
Pongo mis manos, manos al aire
Sólo me importa amarte
En cuerpo y alma como era ayer

Tú que perdiste el control
Te dejaste llevar
Por la inseguridad
Yo que te he visto crecer
Me puedo imaginar
Que todo cambiará

Hoy aunque todo siga igual
Y me mandes a callar diciéndome
Que tienes que dominar
O será el final
Y yo no puedo así

No tengo armas para enfrentarte
Pongo mis manos, manos al aire
Sólo me importa amarte
En cuerpo y alma como era ayer

No tengo armas para enfrentarte
Pongo mis manos, manos al aire
Sólo me importa amarte
En cuerpo y alma como era ayer.

Como ayer.
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