En el mercado venezolano operan 63 casas de bolsa y 44 sociedades de corretaje y la decisión del Gobierno de prohibirles realizar transacciones en el mercado permuta de títulos valores, junto a la eliminación de los mutuos, es un duro golpe que reduce al mínimo las fuentes de ingresos. El mercado de valores está pasando por uno de sus momentos más difíciles en muchos años. Una decisión de eliminación de las Casas de Bolsa del mercado de valores, acabaría con la posibilidad de realmente democratizar el capital en Venezuela, particularmente, en este gobierno, que promocionó con mucho ímpetu y fuerza la "Democratización del capital" a través del mercado de valores nacional.
Una de las fórmulas más eficientes para una verdadera democratización del capital lo constituye el mercado de valores. Mediante la compra o cesión de acciones o títulos valores, los individuos tienen la oportunidad de participar en la propiedad a través de la tenencia accionaria, o de invertir en obligaciones de la República, de empresas privadas o entes públicos.
Una característica presente en las economías de países desarrollados o en vías de alcanzarlo, es poseer un Mercado de Valores amplio y desarrollado. En estos países, el ahorro interno de los ciudadanos es en buena parte canalizado hacia el mercado de valores y de capitales, para que este sirva eficientemente en la asignación de esos recursos. De esta manera el sector privado financia sus inversiones y crecimiento de mediano y largo plazos, así como también el sector público accede recursos para cubrir necesidades de financiamiento del gobierno central, municipal y entes estatales.
Difícilmente hoy, puede un país mantener tasas de inversión creciente, como de desarrollo económico sostenido, si no cuenta con un Mercado de Valores robusto, de amplia y sólida participación. En estos países, tanto el Estado como el sector privado trabajan conjuntamente en la elaboración y promoción de leyes, normas, así como de formas de perfeccionamiento del Mercado de Valores que permiten su desarrollo, transparencia y seguridad. En nuestro país, el Mercado de Capitales y de Valores no ha alcanzado aún la dimensión y desarrollo de otros mercados latinoamericanos como lo son Brasil, Argentina Chile o Colombia. En consecuencia, una decisión del Ejecutivo Nacional que reduzca sustancialmente el mercado de valores y a sus agentes, no solo es contario a la dinámica moderna de financiamiento de los mercados a nivel mundial, sino que estaría eliminando la posibilidad de que los pequeños y medianos inversionistas y ahorristas puedan acceder a inversiones rentables y distintas a las tradicionales del mercado financiero.
Las emisiones de bonos realizadas en los últimos años por Pdvsa y el Ministerio de Finanzas fueron colocadas y negociadas en más de un 50% por casas de bolsa. Con la exclusión de éstas, el sistema bancario sería el único intermediario para colocar papeles del Estado. Los mayores perjudicados serán los pequeños y medianos inversionistas, que tendrán muy poco acceso a las emisiones a través de los bancos, los cuales no tienen la estructura y flexibilidad que tienen las casas de Bolsa. Si se cometieron irregularidades en algunas casas de bolsa y se violaron normas en cuanto a niveles de apalancamiento permitido, funciones fuera de sus alcances de negocios y delitos, esas casas de bolsa deben ser sancionadas y excluidas del mercado, pero la solución no puede ser eliminar el mercado de valores y a todas las casas de bolsa del país. El Ministerio de Economía y Finanzas, a través de la CNV, debe velar para que se mejore la supervisión y control más riguroso de los agentes, pero sin menoscabo de suprimir las bondades de las alternativas que brinda el mercado de valores. La CNV debe ser no solo un organismo supervisor, sino promotor del mercado y de nuevas iniciativas e instrumentos de inversión que pueden ser desarrollados para beneficio de los inversionistas. Esta difícil situación del mercado hoy, puede tornarse en una oportunidad para ordenar y depurar el mercado y potenciarlo con nuevos actores con el conocimiento, experiencia y honestidad, así como la creación de nuevos instrumentos y mercados.
FUENTE: Guillermo García // El Universal, Venezuela // Sección: Opinión
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