Temis, la Dama de la Justicia


En ocasiones nos hemos preguntado que representa la diosa que siempre vemos en todo lo que se refiere al Poder Judicial. Sólo sabemos que representa la justicia. Pero es de mucha importancia que sepamos el origen real de la diosa Temis o Themis.

Nació de la unión dada entre Urano y Gea y a su vez, fue madre de Las Parcas y de Las Estaciones. Vivió casi siempre en la tierra, pero durante la edad de hierro, llena del espanto que le causaron los grandes crímenes que se cometían, se trasladó al cielo donde ocupó el lugar del zodíaco llamado Virgo.

Fue la diosa de la Justicia en la mitología griega. En la Ilíada, Temis aparece como asesora de Zeus, el dios de dioses. En los primeros tiempos de la humanidad, se consideraba que Temis tenía la potestad de dictar sentencias a los dioses.

La facultad divina de formular las sentencias, atribuida a Temis, lleva a darle a sus resoluciones el nombre de Temitas, es decir el plural del nombre de la diosa que representaba la justicia.

La concepción de la potestad a juzgar, idealizada y sublimada así, tuvo de antaño, por base, la generalizada creencia en un orden supremo, influido totalmente por el espíritu divino, que sólo permitía la vida social, según principios justos.

Divinidad de la justicia

El culto que los griegos rindieron a la justicia en las estatuas y en el nombre de Temis no podía dejar de conocerse en Roma, adoradora del Derecho en todas sus formas, y que se concretó en el nombre de Fas.

Astrea, una de sus hijas, se toma muchas veces por la propia Temis, pero juntas forman una sola y única divinidad. También fueron hijas suyas Irene y Diké, dos de las Horas. Diké también está relacionada con la representación de la divinidad de la justicia.

Temis empuña una espada con una mano mientras que con la otra sostiene una balanza y como ya es famoso, una venda le tapa los ojos, queriendo indicar que la justicia no entiende de rango, riquezas o intereses particulares.

La personificación de la justicia equilibrando la balanza de la verdad y la justicia se remonta a la diosa Maat, y más tarde Isis, del antiguo Egipto. Las deidades helénicas Temis y Diké fueron posteriormente diosas de la justicia. Temis era la encarnación del orden divino, el derecho y las buenas costumbres, en su aspecto como la personificación de la justicia divina de la ley. Sin embargo, una conexión más directa es a Diké, hija de Temis, quien fue retratada llevando balanzas.

"Si algún dios hubiera estado sosteniendo el nivel de la balanza de Diké " es un fragmento sobreviviente de la poesía de Baquílides. La Antigua Roma adoptó la imagen de una diosa femenina de la justicia, que se llamaba Iustitia. Desde tiempos romanos, Iustitia ha sido frecuentemente representada llevando una balanza y una espada, con los ojos vendados. Su iconografía moderna adorna con frecuencia juzgados y tribunales, y combina los atributos de varias diosas que encarnaban la regla adecuada para los griegos y los romanos, mezclándose los ojos vendados de la diosa romana Fortuna (el destino), con la griega Tyche (la suerte), y la espada de Némesis (la venganza).

Iustitia es más a menudo representada con una balanza típicamente suspendida de su mano derecha, en la que se mide la fuerza de apoyo de un caso y la oposición. Ella también es a menudo vista llevando una espada de dos filos en su mano izquierda, simboliza el poder de la razón y la justicia, que puede ser ejercido a favor o en contra de cualquiera de las partes.

Desde el siglo XV, la Dama de la Justicia ha sido a menudo representada con los ojos vendados. La venda en los ojos representa la objetividad, en que la justicia es, o debería ser impuesta objetivamente, sin miedo ni favoritismos, independientemente de la identidad, el dinero, el poder o debilidad; la justicia ciega e imparcial. 

Las primeras monedas romanas representan a Iustitia con la espada en una mano y la balanza en la otra, pero con los ojos descubiertos. Iustitia sólo se representa comúnmente como "ciega", desde fines del siglo XV. 

La primera representación conocida de Iusticia ciega es la estatua de Hans Giengen de 1543 en el Gerechtigkeitsbrunnen (Fuente de la Justicia) en Berna. 

En lugar de utilizar el enfoque de Jano, muchas esculturas simplemente dejan a un lado la venda de los ojos por completo. 


Por ejemplo, en la cima de la corte de Old Bailey de Londres, una estatua de la Dama de la Justicia está, sin los ojos vendados, los folletos del tribunal explican que esto se debe a que la Dama de la Justicia no estaba originalmente con los ojos vendados, y debido a su "forma de doncella" se supone que garantiza su imparcialidad, haciendo de la venda algo redundante Otra variante consiste en representar a la Dama de la Justicia con los ojos vendados a escala humana, pesando las demandas opuestas en cada mano. Un ejemplo de esto puede verse en la Corte del Condado de Shelby, en Memphis, Tennessee.

FUENTE: El Nuevo Diario

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