Esta es una palabra de reflexión para estos tiempos, donde el liderazgo cristiano en muchas esferas se está derrumbando hacia la idolatría, es recomendable proveerse de recursos de la historia para que a pesar de nuestros errores podamos tener éxito en el llamado que el Señor nos ha hecho.
Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
17:6 Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
17:7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
17:8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.
Analizando el texto citado, no es que Dios este determinando que no hay que confiar en nada que se llame hombre; quiero enfocar el liderazgo a continuación para buscar un entendimiento a algunos fenómenos que se viven en el ámbito cristiano.
Cuando la palabra expresa: Maldito el varón que confía en el hombre, note que el texto no termina ahí, sino que continúa diciendo: ..Y pone carne por su brazo y “su corazón se aparta de Dios”. Cuando un líder llega al punto de transferir la gloria de Dios hacia él, este se convierte en un líder de vidrio, todo lo que este dice es una ley y las personas sin darse cuenta lo idolatran es entonces cuando las personas comienzan a incubar una maldición, sus vidas se tornan en sequedal, a pesar de que tienen a un líder venerable desde su punto de vista, la vida de muchos es un caos, porque lo que tienen como líder es un centro de mesa y no un líder de barro que puede fallar y en Dios es recuperable; el problema de muchas Iglesias hoy es este, cuando un líder falla la Iglesia misma se encarga de sepultarlo porque en un sentido se entiende que el Líder se quebró y como es de vidrio hay que barrerlo y echarlo al cesto de la basura; señores cuando un Líder lo vemos de barro o sea como a un ser humano que hierra y falla, podría pasar que sus seguidores al verlo caer le ayudan a recuperarse, un líder cuando es de barro se puede amasar en un proceso con Dios y volver a darle forma para restaurarlo y ser mejor que antes; Dios trabaja con barro desde el Principio(Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.), a muchos parece que se nos olvida eso, el barro muchas veces se cae de las manos del alfarero pero luego de caer es amasado y triturado en un proceso corto mediano o largo hasta que tome la forma del diseño de Dios para luego ser exhibido nuevamente(Jeremías 18:1-6 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.) La situación de muchos hombres de Dios en la actualidad es que han llegado al punto de cristalizarse y esto es grave porque cuando esto pasa el hombre cae en una auto- idolatría donde el mismo se idolatra, a esto le podríamos llamar EGOLATRIA, es cuando el hombre tiene un ego entronado que ni siquiera Dios lo puede equivocar aunque lo que hace le pone el nombre de Dios como fachada, Si usted conoce a un líder así, tarde o temprano vera los pedacitos de él en cualquier piso y le diré algo importante, los lideres de vidrio es muy difícil que se vuelvan a levantar después que se quiebran.
Muchos Líderes de la historia Bíblica llegaron a quebrarse, unos eran de barro y otros de vidrio; les mocionare el Caso de Saúl, según esta perspectiva el fue un líder de vidrio, si analizamos las situaciones de desobediencia de David y las de Saúl, las dos eran terribles y le diré que la de David aun mayor que la de Saúl por que este cayó en pecado de vanagloria y fue el causante de la muerte por su pecado de muchas personas útiles en el reino de Israel, pero hay una diferencia marcada, DAVID ERA UN LIDER DE BARRO Y SAUL ERA UN LIDER DE VIDRIO; ambos se quebraron en el ejercicio de sus reinados pero David se recupero y murió lleno de días, en honra y en la presencia de Dios, mientras que Saúl murió en vergüenza en presencia de sus enemigos y no en presencia de Dios.
El orgullo cuando se apodera de una persona es tremendo, una cosa es sentirse agradecido de Dios por el líder que tengo, a que me sienta orgulloso por mi pastor o Apóstol; debes saber esto, los lideres de vidrio inspiran orgullo, mucho orgullo a sus seguidores, mientras que los lideres de barro estos inspiran agradecimiento por que la gracia de Dios que se está moviendo en un hombre que a pesar de sus debilidades Dios mueve su gloria a través de él.
Es bueno discernir en que perspectiva o que óptica tiene usted del hombre de Dios que ejerce un liderazgo sobre su vida cristiana, Dios guarde a su líder, pero si algún día le llaga a fallar, entienda que él es de barro porque si se ha cristalizado o usted lo ha Idolatrado, al fallar no tendrá perdón ni restauración y acabara sus días en presencia de sus enemigos y no en presencia de Dios así como le aconteció a Saúl, cuide a los hombres de Dios, no ponga en competencia a ningún líder con otro, no diga mi líder es mejor que el líder tal, o mi Iglesia es mejor que la Iglesia equis; recuerde que la gracia de Dios es multiforme y su voluntad se impone en todo, ame la gracia de Dios en los hombres no ame mas el resultado que la gracia, El señor da gracia al pequeño y al grande y cuando tenemos visión y discernimiento de gracia siempre vamos a glorificar al Señor viendo su gloria moverse en hombres de barro.
Que Dios que es la fuente del Saber me le bendiga hoy y siempre.
Por: Antonio Campos Bastidas
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